martes, 13 de abril de 2010

enfermedades de las Vías Respiratorias

La mayoría de las enfermedades respiratorias comunes son producidas por una gran variedad de virus, donde el Biomagnetismo ofrece una gran ayuda al poder eliminar con este terapia virus, así como bacterias, hongos y parásitos .


Esta variedad de gérmenes explica la posibilidad de que personas absolutamente sanas sufran de estas enfermedades en forma repetida.

Como estas enfermedades son producidas por virus, no se tratan con antibióticos, lo que para la medicina tradicional es más difícil lograr controlarlo, ya no se diga curarlo.

Mencionaremos las más comunes.

Gripe. La gripe es una infección de las vías respiratorias causada por los virus de la gripe. Se contagia muy fácilmente de persona a persona al hablar, toser o estornudar. El resfriado común y la gripe comparten muchos síntomas, ambos son causados por virus, pero la gripe comienza bruscamente y el paciente se sentirá cada vez más enfermo.

Los síntomas son más intensos (fiebre más alta, dolores, etc.), escalofríos y podrá fatigarse. La tos seca y la fatiga pueden durar dos a tres semanas.

En los adultos la fiebre puede persistir entre uno y cinco días, pero en niños puede prolongarse más.

Las infecciones por bacterias (como sinusitis, neumonías, infecciones del oído) son más frecuentes durante la gripe, y en estos casos hablamos ya de la acción de bacterias.

El Resfriado Común. Es una inflamación superficial de las fosas nasales causada fundamentalmente por virus; otras veces es de causa alérgica y en menos de 10% de los casos son producidos por bacterias. Los enfriamientos favorecen la infección viral y la aparición de los síntomas. Se contagia con gran facilidad. Los niños sufren más resfriados que los adultos y sus síntomas pueden ser más molestos, pues generalmente la infección se extiende más en las vías respiratorias. Los síntomas comunes del resfriado son:

• Picazón nasal

• Estornudos

• Obstrucción nasal

• Mucosidad (generalmente transparente; a veces puede ser verdosa y contener sangre)

• Cambios en el olfato y gusto

• Ardor de garganta

• A veces, fiebre moderada y

• Malestar general

Rinofaringitis. La rinofaringitis compromete más extensamente las vías respiratorias altas que el resfriado común y por eso también se la llama comúnmente infección respiratoria alta (IRA).

A diferencia del resfriado

• Produce más fiebre

• Demora más en curarse

• La congestión nasal y las secreciones (moco) son mayores

• Puede dar laringitis (afonía o ronquera)

• El dolor de garganta es más intenso

• Hay tos

• Hay mayor congestión de los ojos

La rinofaringitis dura tres a siete días. Sin embargo, aún desaparecido el virus algunos síntomas producidos por la inflamación de las vías aéreas tardan muchos días en desaparecer por completo (catarro, tos). Esto es frecuente y no debe alarmar.

La curación la produce el propio organismo, en forma espontánea. Si no eliminamos el virus será algo recurrente que puede llevar al paciente poco a poco a tenerlas con mayor frecuencia, ahí lograr definitivamente erradicar el microrganismo proporciona al paciente una vida más saludable.

Sugerencias:

• Reposo, si hay fiebre

• No fumar

• Tomar abundantes líquidos (los líquidos calientes ayudan al confort)

• En los niños pequeños, elevar la cabecera de la cama con almohadones

• Estar en ambiente húmedo (vaporizador)

• Bajar la temperatura con medicamentos o medios físicos

• Calmar el dolor

• Hacer gárgaras

Bronquitis. Cualquier virus respiratorio puede provocar esta afección. La bronquitis ocurre cuando los bronquios se inflaman y producen mucha mucosidad. Es generalmente causada por una infección viral y menos frecuentemente por bacterias. Generalmente aparece en la evolución de una rinofaringitis. El hábito de fumar y la alergia, favorecen su aparición.

Sus síntomas son:

• Tos intensa seca, que agrega catarro blanco o amarillo después de tres o cuatro días

• Dolor o ardor en el centro del tórax (por la irritación causada en la tráquea por la tos)

• Debilidad

• Se puede tener chillidos o sibilancias en el pecho

• Se puede tener fiebre (esta es más frecuente en los niños)

• Sensación de fatiga

Sugerencias:

• Reposo

• No fumar

• Estar en ambiente húmedo (vaporizador) pues los ambientes secos aumentan la tos

• Abundantes líquidos, sobre todo calientes, pues ablandan las flemas y facilitan la expectoración

• Tomar duchas calientes para favorecer la expectoración

• Poner calor (bolsa de agua caliente) directamente sobre su pecho

• Bajar la temperatura y calmar el dolor con medicamentos o medios físicos

Amigdalitis. Amigdalitis estreptocócica o “llagas de garganta” es una infección de la garganta y amígdalas causada por una bacteria llamada estreptococo. Es más común en niños de cinco a 13 años, pero se ve también en los adultos. Debe ser diagnosticada y tratada correctamente para evitar complicaciones (actualmente poco frecuentes) como la fiebre reumática y la glomérulo nefritis.

Sus síntomas son:

• Dolor de garganta brusco e intenso (sobre todo al tragar)

• Pérdida de apetito

• Fiebre, que puede ser muy alta

• Dolor de cabeza

• Amígdalas muy rojas, con placas blancas

• Agrandamiento de ganglios en el cuello

Se sugiere:

• Reposo

• No fumar

• Tomar abundantes líquidos tibios

• Bajar la temperatura y calmar el dolor

• Gárgaras

Recuerde el gran beneficio de la ingesta de la vitamina c, intente consumirla además en su dieta, como en naranjas, piñas, limones, mandarinas y kiwis. Para expectorar: Hay que beber mucha agua para diluir al máximo las mucosidades y que el organismo las pueda expulsar fácilmente.

Mantener las demás vías descongestionadas de toxinas: En caso de estreñimiento, se necesita tratarlo para lograr eliminar las toxinas de nuestro cuerpo por todas las vías posibles para descongestionar los pulmones.

Desde gripe, catarro común hasta asma y Epoc (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica), neumonías, etc, son tratadas con Biomagentismo, desde niños hasta ancianos.

Otra beneficio que proporciona esta terapia es que puede restablecer el daño que los antibióticos hayan ocasionado a nivel gastrointestinal, haciendo regresar el apetito.