martes, 27 de enero de 2009

Los alimentos y nuestra salud



¿ Comes para saciar tu hambre?, ¿estás consciente que cuando comes construyes tu cuerpo? ¿Realmente somos lo que comemos?

Parte 1

A veces cuidamos dar lo mejor para nuestro cuerpo en ropa, jabones, perfumes, desodorantes, accesorios, etc, y descuidamos lo que puede hacer que nuestro cuerpo esté saludable y lleno de vida.

Cuando hablamos de comida es importante comenzar por diferenciar los significados de alimentación y nutrición.

La alimentación es el hecho sencillo de darle a nuestro cuerpo alimento para ingerir, es un proceso consciente y voluntario, por lo tanto está en nuestras manos modificar.

La nutrición en cambio, es el conjunto de procesos fisiológicos por los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Este es un proceso involuntario e inconsciente que depende de procesos corporales como la digestión, la absorción y el transporte de los nutrientes de los alimentos hacia los tejido.

Su estado de salud depende de la calidad de la nutrición de las células que constituyen sus tejidos, y recuerde que quien nutre estas células en su mayoría son los alimentos. Puesto que es bastante difícil actuar voluntariamente en los procesos de nutrición, si queremos mejorar nuestro estado nutricional sólo podemos hacerlo mejorando nuestros hábitos alimenticios.

Usted no puede negar que la alimentación está fuertemente ligada a la salud de las personas, esto es más que obvio sobre todo cuando hablamos de casos de diabetes, hipertensión, problemas de columna, colesterol y triglicéridos, etc.

Creo que usted va entendiendo la importancia de seleccionar bien cada alimento que lleva a su boca para convertir el acto de comer en una fuente de vigor y salud qué debe ser. Cuando de lo contrario muchas personas pierden su energía por haberse alimentado incorrectamente. Cuantos después de un almuerzo fuerte tienen un deseo terrible de irse a dar una siesta y por mucho que insistan no podrán dar lo mejor de sí ya que su cuerpo, en su sabiduría, envió toda su energía para intentar digerir el atracón que usted se dio.

Alimentarnos correctamente trae como consecuencia un cuerpo lleno de energía, salud y actividad, en cambio la consecuencia de una mala alimentación es notoria en la falta de energía, hábitos sedentarios y las quejas constantes de malestar. ¿Cuál es su caso?

Comer en exceso

Conociéndonos alguien podrá estar justificándose diciendo que por eso come demasiado para mantenerse muy bien nutrido. Esa persona debe saber que ingerir demasiada comida o comer con mayor frecuencia que lo requerido por el cuerpo para su nutrición y sostenimiento, provoca que los jugos gástricos (incluyendo la bilis) cada vez se agoten con mayor facilidad. Esto permite que una gran proporción de las comidas ingeridas no se digieran, convirtiéndose, por lo tanto, en una fuente constante de actividad microbiana dañina.

Así con el tiempo más y más sustancias tóxicas comienzan a alojarse en el tracto intestinal, resultando en la congestión del sistema linfático y el engrosamiento de la sangre. Todo esto representa una sobrecarga del hígado y las funciones excretoras.

Entre más se coma en exceso, menores serán los nutrientes que estén disponibles para las células del cuerpo. De hecho, el constantemente comer en exceso resulta en inanición celular, lo que crea el deseo urgente de comer más de lo normal. El constante deseo de comer bocadillos, es una señal de una desnutrición persistente y un desequilibrio metabólico. Por lo tanto, lo mejor es dejar de comer mientras aún se tenga una poca de hambre. El levantarse de la mesa con una poca de hambre mejora las funciones digestivas.

El tener la constante urgencia de comer entre comidas sugiere un desequilibrio más severo de las funciones metabólicas y digestivas.¿ Qué consecuencias hay si a pesar de todo lo anterior usted decide comer? Si se decide comer algo una o dos horas después de una comida, por ejemplo, el estómago se ve obligado a abandonar los alimentos ingeridos previamente a la mitad de la digestión para poder procesar la comida ingerida recientemente. Los alimentos con mayor tiempo en el sistema comienzan a fermentarse y descomponerse, convirtiéndose con esto en una fuente de toxinas en el tracto digestivo. 

La comida recientemente ingerida, por el contrario, solamente recibe cantidades inapropiadas de jugos gástricos, provocando que sólo sea parcialmente digerida. Mientras el cuerpo se ocupa en digerir una comida, simplemente no puede producir y distribuir la suficiente cantidad de bilis y otros jugos gástricos para poder procesar una nueva ingesta. Si este proceso de avance y paro se repite varias veces, resultará en la generación constante de toxinas y la disminución de nutrientes. Esto puede afectar nuestra salud en general ya que el mayor porcentaje de nuestro sistema inmune está relacionado con el aparato digestivo, por lo tanto afectamos en general nuestras defensas.

¿ Qué hacer entonces si el hambre es muy fuerte?

Pruebe lo siguiente. Una clave importante. En muchas personas lo urgencia de comer es frecuentemente una señal de deshidratación. El tomar uno o dos vasos de agua puede hacer que la incomodidad desaparezca por completo.

Los hábitos alimenticios irregulares, incluyendo el comer entre comidas, generalmente altera los finamente sintonizados ritmos biológicos del cuerpo. La mayoría de las secreciones hormonales importantes del cuerpo dependen de los ciclos regulares de alimentación, sueño y despertar.

Como regla general, entre más procesada sea un comida, tendrá menor cantidad de nutrientes; y de los pocos nutrientes que contienen, será mayor la cantidad que necesitamos comer para satisfacer los requerimientos diarios de nutrición del cuerpo. Ahí la importancia de seleccionar alimentos en su forma natural lo más posible.

La labor de transformar sus alimentos en valores nutricionales la lleva a cabo sobre todo la acción de la bilis y jugos gástricos, los que son necesarios para reducir las comidas a sus básicos componentes nutricionales-, y esto, tanto bilis como jugos gástricos, llegan a su punto máximo de manera natural alrededor del mediodía. Esto quiere decir que la comida más grande debe hacerse alrededor de esta hora. Por el contrario, la capacidad digestiva del cuerpo es considerablemente menor durante la mañana y la noche. Si día tras día, su almuerzo consiste solamente de comidas ligeras, la vesícula no podrá arrojar todo su contenido hacia los intestinos, resguardando suficiente bilis para formar cálculos normales.

Osea nuestra comida más fuerte debe ser al mediodía, no por la noche como acostumbramos, si usted desea puede hacer algo al respecto.

El Comer Pesado en las Noches

Un problema alimenticio similar sucede cuando la principal comida del día se hace durante la noche. Las secreciones de bilis y enzimas digestivas se reducen dramáticamente conforme llega la noche, especialmente después de las 6:00 p.m. 

Por esta razón, una comida que consiste de alimentos como carne, pollo, pescado, queso, huevos, comidas aceitosas o fritas, etc. no puede ser digerida correctamente en este momento. En su defecto, tal comida se convierte en una fuente de desperdicio tóxico depositado en los intestinos.

Las comidas sin digerir siempre son una causa de congestión, primero en el tracto intestinal, y después en la linfa y la sangre. El comer antes de acostarse también altera las funciones digestivas, por razones similares. Idealmente, debe haber por lo menos tres horas entre la última comida y la hora de acostarse. El horario ideal para cenar es a las 6 p.m.

Tener malos hábitos alimenticios afectan nuestro estado de salud, el biomagnetismo puede ayudar en esta situación, visítenos en la clínica y reciba ayuda efectiva.

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