martes, 24 de febrero de 2009

El agua y nuestra salud


¿Usted toma agua ? ¿Cuántos vasos con agua toma al día ? ¿ Sabe qué hace el agua en su organismo? ¿sabe por qué es importante tomarla?

En pimer lugar es importante recordar que el ser humano es agua casi en su totalidad, y por eso la necesitamos más que nadie, es algo vital y altamente necesario para la existencia .

Se pueden vivir meses sin alimento, pero sólo se sobrevive unos pocos días sin agua. Alguno dicen que el cuerpo humano tiene un 75 % otros que el 90% de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta otros dicen el 75%. (dos tercios de nuestro peso corresponden a este líquido). El organismo lo necesita para realizar numerosas.

Usted podrá decir, ¿Dónde está toda esa agua, yo no me siento tan líquido? Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las células (agua intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en la sangre y baña los tejidos.

Qué hace el agua en nuestro cuerpo

Vamos a la práctica: el agua -aparte de estructurar todo el cuerpo y de hacer funcionar correctamente toda parte del organismo-

En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten estar vivos. Esto se debe a que los enzimas (agentes proteicos que intervienen en la transformación de las sustancias que se utilizan para la obtención de energía y síntesis de materia propia) necesitan de un medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa.

El agua es el medio por el que se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos.

Y el agua es también la encargada de retirar de nuestro cuerpo los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular. Además el agua contiene minerales que benefician la salud.
Es el medio en el cual se diluyen los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina, etc.)

Facilita la digestión al diluir los nutrientes de los alimentos. Se encuentra en todo el aparato digestivo y contribuye a la disolución de nutrientes, para que sean absorbidos en la sangre e incorporados a las células.

Regula la temperatura corporal mediante la evaporación a través de la piel, gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada.

El agua mantiene la humedad de la piel y colabora con la formación de los músculos y otros tejidos (ayuda a su correcto funcionamiento y a la amortiguación de las articulaciones).

Una buena hidratación también se refleja en el aspecto de la piel, que se vuelve más suave y elástica con su consumo regular.

El cuerpo activa diferentes mecanismos para mantener este equilibrio, como el de la sed, si el organismo necesita más agua, en el cerebro se activan determinados centros nerviosos que provocan esta sensación.

Que si toma mucha o toma poca, pues se ha demostrado que gracias a la glándula hipófisis, situada en la base del cerebro. Si el organismo presenta niveles bajos de agua, la hipófisis segrega una sustancia que se conoce como la hormona antidiurética, que es la que estimula a los riñones para que retengan la mayor cantidad de agua posible. Si usted no se la dá a su cuerpo él la tomará de donde pueda. Si el cuerpo registra un exceso de agua, desaparece la sed y la hipófisis produce una cantidad reducida de hormona antidiurética, para que los riñones eliminen el exceso de agua por medio de la orina.

¿ Cuánta agua debo tomar ?

Una persona necesita aproximadamente 2 litros diarios. Si se produce pérdida de líquidos debido a esfuerzo físico, calor, o por otras causas, como por ejemplo: fiebre, vómitos, diarrea, etc, esta cantidad debe incrementarse.Es fundamental ingerir suficiente cantidad de líquidos para compensar la pérdida de agua y así mantener el volumen sanguíneo y la concentración de sales minerales. Necesitan una hidratación mayor y constante los niños y las personas que realizan actividades físicas intensas, pero sobre todo se debe prestar atención en el caso de los ancianos, porque son proclives a la deshidratación debido a que tienen disminuida la sensación de sed (mecanismo de defensa). NO El volumen de agua presente en el organismo está muy ligado a la cantidad de sales minerales. Para conocer los porcentajes, un buen indicador es la concentración de sodio en sangre. Cuando este nivel es elevado, el cuerpo retiene agua para diluir el exceso, la persona siente sed y se produce menos orina. Cuando el cuerpo no recibe toda el agua que necesita se pueden producir mareos, calambres en los músculos, dolores de cabeza, presión arterial baja y puede influir en el rendimiento físico y mental. Una deshidratación leve (entre el 1 y 2% del peso corporal) puede incidir en la capacidad de concentración, y si es superior puede afectar a la capacidad de procesamiento del cerebro e influir en la memoria a corto plazo.

¿ Por dónde se elimina el agua ?

El agua del cuerpo se pierde a través de la orina, la piel, la respiración y la defecación.

Por la orina excretamos algo más de un litro diario, el cuerpo lo hace para eliminar determinados productos resultantes del metabolismo, especialmente de la urea, producto final de la degradación de las proteínas. Cuantas más proteínas incluya una dieta, más agua se requerirá para expulsar los desechos que se generan.

Otra pequeña cantidad de agua se pierde por la piel, en forma de sudor producido por las glándulas sudoríparas. A menudo esta sudoración es invisible, pero en condiciones normales se secretan entre 0,5 litros y 0,7 litros, cantidad que se multiplica cuando la temperatura exterior aumenta. La sudoración es el sistema de refrigeración más importante que tiene el organismo.
Por último, la pérdida de agua a través de la respiración y de las heces asciende aproximadamente a 0,4 litros.

¿ Qué debemos hacer ?

Tome agua no sólo para calmar la sed...
Beba de 1,5 a 2 litros diarios de agua, y si es verano y practica ejercicio, ingiera un aporte extra de líquido sin esperar a que la sed le avise.

Las dietas ricas en grasas y proteínas requieren más líquido para eliminar sus restos metabólicos, ya que estos alimentos contienen menos agua que otros productos.
El calor, la humedad y el ejercicio físico aumentan notablemente los requerimientos de agua de nuestro organismo.

Quienes padecen cálculos de riñón, arenillas o infecciones urinarias deben beber más líquido.
Café, alcohol, te y otras bebidas similares son diuréticos e incrementan la eliminación de líquido por la orina. Cuidado con ellos.

Infecciones, fiebre, vómitos y diarrea ocasionan una rápida pérdida de líquidos, a la que los ancianos y niños son más sensibles, que hay que reponer de inmediato. Un preparado de farmacia o un suero casero (agua con una pizca de bicarbonato y unas gotas de limón y azúcar) ayudarán a restituir de inmediato el liquido necesario.

El envejecimiento va asociado a la desecación, a la pérdida de agua, que afecta a todos los tejidos del organismo, pero especialmente a la piel. Una óptima hidratación desde la infancia ayuda a mantener una piel joven.

Creencias erróneas

Muchas personas se preocupan porque piensan que retienen líquidos y no quieren beber agua. Pero una persona sana no retiene líquidos, el organismo se las arregla perfectamente para mantener el equilibrio y si hay exceso de líquido aumenta la eliminación por orina. Es lo contrario, el "defecto de líquido", lo que debe preocuparnos, ya que es más que probable que como consecuencia padezcamos estreñimiento y más problemas articulares y tendinosos, la piel parezca más arrugada y la orina la expulsemos más concentrada y densa, lo que favorece la formación de cálculos, arenillas y hasta infecciones urinarias.

Sólo en caso de enfermedades renales, hepáticas, cardiacas o varices muy desarrolladas se puede, por indicación médica, disminuir la ingesta de líquidos.

Otro error frecuente es acudir a la sauna para bajar de peso. En la sauna perdemos única y exclusivamente líquido que hay que reponer de inmediato. Además, mediante ese líquido se pierden también electrolitos y sales que debemos reponer. Lo mejor para ello es el zumo de frutas, especialmente el de naranja.

No hay que tomar diuréticos para perder peso. Los diuréticos no se pueden ingerir sin la expresa indicación del médico, ya que provocan efectos secundarios que hay que controlar.

El agua no engorda: su exceso se elimina. Pero, además, ¿ha pensado que la ingerimos a 14 grados y la eliminamos a 37 grados y que esto supone que hemos utilizado mucha energía para calentarla? Cabe pensar, pues, que el agua no sólo no engorda, sino que adelgaza.

Beneficios de beber suficiente agua

Al beber suficiente conseguirás mejorar el funcionamiento de los riñones mejorando la calidad de la orina por lo que notarás que esta es más clara. A su vez los riñones limpiarán mejor la sangre de sustancias de desecho eliminándolas con facilidad, también evitarás que se produzcan cálculos renales. Si pierdes agua pierdes energía física y si esta perdida es superior al 10% provocaría grandes trastornos al organismo.